sábado, 16 de mayo de 2020

Celebración de Micael



Desafíos 

Equilibrio, biografía, laberinto y banquete. 

Luego de narrar el cuento (idealmente tres veces completo) y tomarse un tiempo para hacer los regalos (una semana o diez días), vamos a transitar los desafíos. Pueden realizar uno por día, para que cada uno sea único, importante e inolvidable. 


1) Equilibrio

Buscar lo que haya en casa para trabajar el equilibrio. Pueden hacer un circuito usando maderas sobre sillas, la baranda de la escalera, el cordón de la vereda. Pueden poner obstáculos para que sea más difícil o vendarles los ojos.


2) La biografía

Preparar, en una habitación, un hermoso mantel, un altar, una velita y fotos de la familia a modo de árbol genealógico. De cada persona, si hay, poner muchas fotos. Por ejemplo: mamá y papá de bebés, de niños, de jóvenes, cuando se conocieron... Lo mismo con los abuelos y bisabuelos, si tienen. Tomarse ese día para contar historias, hacer preguntas, reencontrarse con quienes ya no están, reivindicar la muerte y bendecir la vida.


3) El laberinto

Este desafío puede tomar varias cualidades. Puede ser algo divertido y tomado a gracia o puede ser una vivencia que lleve al interior, al reencuentro con uno mismo, a la valentía y a la paz. Busquemos, dentro de lo posible, que siga la esencia del reencuentro, de la vivencia profunda. Antes de entrar en este desafío, se puede volver a narrar el capítulo del laberinto, para poner énfasis en la imágen y que ésta actúe en el alma del niño.

Este camino pueden armarlo con lo que tengan en casa. Acá les dejo algunas ideas:

En una habitación oscura (bien oscura) pueden hacer un circuito con sillas, almohadones, sábanas. Los niños pueden pasar por debajo de las camas, por arriba de una silla, subir la rampa o saltar obstáculos. Pueden haber diversos aromas. Todo en silencio, en absoluta oscuridad. Los niños transitan solos.

Es importante que los niños no vean ni el armado ni el desarmado para que no pierda la magia.

4) El banquete

Un banquete en familia, un fogón. Un compartir de corazones, de alma a alma. El libro puede ser un bello cierre para esta vivencia. Se pueden escribir preguntas que lleven al pasado, al presente y al futuro. ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí, con esta familia, en la tierra? ¿Qué nos gustaría hacer en el futuro, para mí y para el mundo? Escribir esos deseos profundos, esos

sueños que nos pertenecen y que son de todos los seres humanos al mismo tiempo.

Les pueden escribir una carta a sus niños para iniciar el libro. ¿Cómo fueron sus vidas? ¿Cómo eran de pequeños? ¿Qué les desean para sus futuros? ¿Qué me hicieron cambiar ellos en mi vida? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Qué aprendí con la experiencia? ¿Qué soy capaz de dar? ¿Cuáles son mis dones y mis desafíos para esta vida? ¿Cuáles son los dones y desafíos que veo en mi hijo/a?

¡Suerte y que tengan una hermosa fiesta de Micael!

Con cariño,

Las maestras.

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