Nadia Volonté




Queridas familias y comunidad de La Lumbrera: 


Mi nombre es Nadia Volonté, y este es mi segundo año como maestra de inglés en La Lumbrera. Les escribo unas líneas para que conozcan un poco acerca de mi formación y experiencia. Hace más de quince años que enseño inglés a niños, adolescentes y adultos en escuelas, institutos y empresas. Soy graduada del Lenguas Vivas diplomada en autismo, además de intérprete y traductora pública. Tuve la oportunidad de continuar mi formación en Estados Unidos e Islas Británicas, y viajar y conocer los pueblos y culturas de Asia, Europa, África y Latinoamérica. Siempre en ámbitos multiculturales, fui intérprete diplomática de la embajada de Sudáfrica, gestora cultural para el Goethe-Institut y traductora editorial para Naciones Unidas. Quizá una de las experiencias docentes más entrañables para mí fue ser maestra de inglés en la escuela rural de Lago Escondido, una escuela ubicada a 50 km de Ushuaia, entre el lago y las cumbres nevadas.   

En los últimos años, y a partir de mis estudios en autismo, integración escolar y pedagogía para la inclusión, descubrí la pedagogía Waldorf y, luego también, la Antroposofía. Por causa, o efecto, surgió enseguida un viaje a India y se incorporaron a mi vida el yoga, la práctica de meditar y respirar, la alimentación consciente, y una forma nueva de estar conmigo, con los otros y el mundo.   
Para este nuevo camino, tuve el acompañamiento de los Maestros que necesitaba, entre ellos las luminosas maestras de La Lumbrera, y toda una comunidad Waldorf de maestros de lengua extranjera y estudiosos de la Antroposofía, que son guía e inspiración diarios, fraternales formadores de formadores. 
Para mí, ha sido una gracia y oportunidad hermosa sumarme a La Lumbrera, y transitar este camino de multilateral transformación. La lengua extranjera que se enseña en las escuelas Waldorf es de una cualidad particular, fundamentada en principios no restrictivos a lo meramente práctico y utilitario de lograr comunicarse en otro idioma. Aquí la lengua extranjera es concebida como un camino hacia el entendimiento humano y positivo entre los pueblos. Otros caminos son la música y la pintura, por ejemplo, que son caminos más universales. La lengua extranjera, por su lado, es un camino hacia el entendimiento humano que introduce el aspecto de lo “diferente”, incluso de lo “incomprensible”, lo “intraducible” y “lo ajeno a mí”. Quizá sea ésa la cualidad más importante para el desarrollo del niño, que, de esta forma, es llamado a “descifrar ese código morse de superficie” valiéndose de las fuerzas de su imaginación, su escucha atenta y su interés por el mundo, hasta introducirse en el carácter de otra cultura y lengua, y alcanzar la empatía por la perspectiva de los otros. 
En pedagogía Waldorf, esta adquisición de la lengua solo es accesible a una “captación artística”, con el maestro propiciando en su clase esta libre captación a través de su palabra viva, acompañada por mímica y gestos muy expresivos. Se trata de una metodología empírica y contextual, mayormente oral. Los niños viven la lengua extranjera como experiencia sensorial, formación de sonidos, resonancia y ritmo, y de una manera secundaria, como portadora de significado. Las clases introducen rondas, rimas, canciones y recitaciones, donde el maestro enseña despertando imágenes interiores apropiadas para que los niños asocien sonidos, palabras y contenidos, ya que la clase se dicta completamente en inglés y no se explica ni traduce. El trabajo en los primeros tres años de inglés construye un amplio tesoro léxico y lingüístico que será base para un aprendizaje más conceptual pasados los diez años. Los niños aprenden a callar, a esperar, a escuchar cuidadosamente, a entregarse a las oscuridades y a las sorpresas, a las cosas extrañas de una lengua, y desarrollan la facultad imaginativa de poder predecir y adivinar significados. 
De esta manera, se propicia que la generación que crece disfrute de la lengua de una manera imparcial, la reproduzca artísticamente, y adquiera e incremente durante su educación escolar no solo la capacidad práctica para comunicarse en otro idioma, sino la facultad de vivenciar los intereses y el sentir de los demás, lo cual le permitirá, más adelante, entenderlos y defenderlos conforme los principios más íntimos de la pedagogía social que persigue la escuela Waldorf.  
Andando ese camino de la palabra extranjera, pero propia, me verán con sus niños, y espero que el recorrido nos encuentre y reencuentre una y otra vez.
¡Hasta pronto! 

“Those who know nothing of foreign languages, knows nothing of their own.”
–Johann Wolfgang von Goethe 

Nadia C. Volonté

This is a traditional receipe English families prepare for Easter time. I hope you can try it. And enjoy it at tea time.

Un abrazo
Nadia

   


La esperanza de la Primavera