Todos los años, llegando el otoño, la tierra comienza a adormecerse. Comienza una nueva respiración, que tendrá su apogeo llegando el invierno: un momento de introspección, de encontrar la luz en la oscuridad, de percibir el calor mas claramente. Es un momento propicio de la quietud interior para lograr mayor conciencia. Es en otoño, cuando percibimos en la naturaleza este advenimiento de la oscuridad… Y es cuando celebramos la fiesta de Micael o del Valor.
El ser humano en su evolución, en su crecimiento, individual y a lo largo de la historia va pasando umbrales, momentos de mayor tensión, quizás necesarios para generar transformaciones, para dejar lo viejo y adquirir nueva conciencia. Para ayudarnos a atravesar estos umbrales, para crecer son fundamentales algunas herramientas que laten en nuestro interior…la voluntad, coraje y valor para atravesar todos estos momentos con confianza….
La fiesta del valor aborda esta imagen, la del Arcangel Micael venciendo al dragón…el externo y el interno.
Si bien los niños (adultos también sobre todo ahora) en lo cotidiano todo el tiempo ponen a prueba su confianza para superar adversidades con valor y coraje. En esta fiesta anual ponemos especial dedicación a esta situación, acorde al momento evolutivo de cada edad, generando desafíos desde lo físico y otras áreas que apelen a estas fuerzas. Para sabernos capaces de superar pruebas (de vida) con Valor, para atravesar el miedo con confianza…
A lo largo que crecemos en la vida se hace más notorio que estos desafíos externos, en realidad radican en el interior de cada uno de nosotros. El propio dragón que estamos invitados a combatir y vencer!!
1 comentario:
Hermosas palabras Jona! Muchas gracias por compartirlas! Abrazo calido🙏
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