sábado, 23 de mayo de 2020

Los números en su forma cualitativa y cuantitativa


Los números en su forma cualitativa y cuantitativa


“Naturalmente, hemos de tener los tonos,
pero la música se encuentra entre los tonos.
No se trata del Do o del Mi, sino de lo que se encuentra entre ellos…
¿Qué es la música? Lo que no se oye…
cuanto más hagamos valer en ella lo que no se oye,
y cuanto más utilicemos lo audible para hacer valer lo inaudible,
tanto más llena de alma estará la música.”
Rudolf Steiner

¿Será que existe en la matemática un lenguaje que manifieste lo que hay detrás de ella? ¿Qué hay detrás de los números? ¿Dónde está su esencia?

Hoy en día hay una gran brecha que nos separa de lo realmente esencial de las cosas y esto es, sin lugar a dudas, fuente de la mayoría de los problemas culturales e individuales de los seres humanos. Ya no somos capaces de ver la CUALIDAD de las cosas, mirar a través de los hechos y ver qué subyace detrás. Por lo contrario, hay un afán cada vez mayor en todo lo que se puede pesar, contar y medir. El conocimiento científico contempla, en su mayoría, lo que es captable matemáticamente. Sin más, una frase que toma la ciencia exacta moderna como valedera es la siguiente: “solamente está contenida la ciencia real en nuestra investigación del mundo, en tanto esté contenida matemáticamente.”[1] Esto, sin duda, es real, pero es una parte de la realidad. Hay otra parte que históricamente es la lucha entre la ciencia y religión, que nos habla del contenido espiritual de los números y las operaciones. Muchos autores, científicos y filósofos, percibieron desde remotos tiempos esta esencia matemática que nos habla de verdades y leyes manifiestas.

Goethe señala una relación del leguaje matemático con las palabras: “…la matemática es, como la dialéctica, un órgano del sentido superior interior, en la ejecución es un arte, tal como la facilidad de palabra hablada.”

Y dice en otra ocasión:
“Las cosas en la naturaleza es como si no estuvieran acabadas del todo, como si todavía hubiera algún secreto detrás de ellas. En la gran naturaleza lo más admirable son las intenciones de la naturaleza. Y esas ha de crearlas el artista.”

Galileo nos cuenta: “El universo se ofrece continuamente a nuestra mirada pero no puede ser comprendido si primero no aprendemos a comprender el lenguaje e interpretar los caracteres con que está escrito. Está escrito en el lenguaje de la matemática y sus caracteres son figuras geométricas.”[2]
Sucede que justo aquello que la matemática no capta del mundo es la esencia, la cualidad. En ese “Quale” está contenido lo moral de las cosas. La moral es aquello que puede ser captado desde lo activo, desde el interior y conlleva necesariamente un manejo que sea personal y no un mecanismo neutral u objetivo. Esto conlleva a un trato amoral. Lo que trae de novedoso el tratado del número a través de la cualidad es la pregunta “de qué calidad”, pues hasta ahora sólo el estudio del mismo estuvo enfocado desde la pregunta de “cuánto” y “qué tamaño”. A partir del misterio de los números podemos develar el misterio de mundo. Allí se encuentran las claves para las leyes fundamentales del universo en general.

            Hay una noción básica que diferencia a la cualidad de la cantidad numérica que es la operación que rige al proceso. En la cantidad, tenemos el número como representante de la adición, la  suma. El número dos, es dos veces uno: una acumulación de unidades. A partir de las partes se obtiene el todo, con lo cual el Todo es la suma de las partes (mecanismo). En cambio, la cualidad del número la rige la división, un desmembramiento de la unidad. El dos está dentro del uno. La unidad comprende el todo y los números son miembros orgánicos de la unidad. A partir del Todo se producen las partes que “SON” el Todo antes de partirlo (organismo). Cada número de esta manera es una categoría dentro la unidad sin que ninguno tenga más valor o cantidad que otro. El seis no es más grande que el cinco, cada uno comprende una categoría dentro de la unidad. Aquí la esencia del número adquiere idéntico significado con aquello que es “idea”. La relación de IDEA y NÚMERO estaban tan arraigadas en la antigüedad que Platón colocó a las ideas, para él elementos constitutivos del mundo, a la par de los números.

Hay a su vez una postura anímica que subyace a la realización de adición y división. En la primera, adición, subyace una postura de arrebatamiento, de juntar en forma ilimitada que ha perdido la mirada del todo. Es una tendencia hacia el egocentrismo. El trato de los números cualitativamente, por medio de la división, conduce a la verdadera sabiduría, pleno de vida, enriquece y conduce a lo social, al sentido comunitario. “Quien se educa hacia un manejo de los números viéndolos como facetas y partes del mismo todo desarrolla en sí mismo una percepción social básica.”[3]

Partir desde la unidad, desde lo cualitativo en niños pequeños, a su vez aporta a la etapa evolutiva ya que ellos viven en la unidad con el cosmos.


Micaela Klein.




[1] Hessenbruck, Helmut, El librito de los números. Fotocopia.

[2] Reinhardt, Ana E., Des-Cifrar la matemática en la escuela - tomo I, Villa Adelina, Antroposófica, 2007.
[3] Bindel, Ernst, El sentido espiritual de los números, 1ª ed. Villa Adelina, Antroposófica, 2014. p. 25 - 26

La esperanza de la Primavera